Dice que no presentará denuncia
Unidad Latina.- Víctor Colín, despistado chavorruco y Godín de larga trayectoria, fue víctima de un incidente ocasionado por él mismo, al verse envuelto entre las perversas y lujuriosas manos suyas que terminaron “tocándole por todas partes” al no encontrar las llaves para entrar a su depa.
“Nomás salí tantito a comprarme unas papas de esas que venden afuera del metro, pero, ya sabes, el antojo me hizo comprar papas, nachos, una banderilla, un Boing, de una vez el pan y un litro de leche deslactosada”, narra la víctima.
Según vecinos que atestiguaron el autoabuso de índole sexual, refieren que el individuo, en un principio, no mostró ningún comportamiento extraño, sino que buscaba tranquilamente sus llaves a la entrada de su depa.
“Luego ya se empezó a poner raro el asunto: yo veía que se toqueteaba mucho, metía las manos muchas veces en las bolsas de su pantalón, luego en las de su camisa, luego en las de su chamarra, y otra vez bajaba al pantalón… hasta yo vi clarito cómo metió las manos por dentro del pantalón como para buscar algo entre los calzones”, expone la señora Leticia, vecina chismosa del departamento 504.
El señor joven Colín asegura que no tenía la intención de meterse mano, pero las circunstancias lo llevaron a eso: “es que no encontraba las llaves por ningún lado, y terminé manoseándome en todos lados, la neta sí estoy muy bueno”, confiesa un tanto avergonzado.
Finalmente, el automanoseado y autoexplorado Víctor Colín se dio por vencido y le pidió a Mirusa, su gata, que le abriera por favor. “Le dije a la Mirus, mi gatita que me abriera la puerta y a cambio le daba una de mis papas, menos mal que ella aceptó mi oferta y así logré entrar de nuevo”, afirma el joven, quien agregó que no iba a presentar cargos contra sí mismo.
“El estúpido humano volvió a olvidar las llaves, lo hubiera dejado afuera, pero es mi esclavo y quería que limpiara mi caja de arena”, abundó la Mirusa.
