¿Te dan ganas de que te detenga la poli para llamar la atención? Entonces haz lo que esta gringa loca

¿Te dan ganas de que te detenga la poli para llamar la atención? Entonces haz lo que esta gringa loca

por Redacción

Siempre hay una “la vida es un riesgo, carnal” en épocas del pinshi frío

Inglaterra.- Graves crímenes se han cometido en la historia de la humanidad por los cuales los hombres piden disculpas al gran creador cósmico. Pero ninguno como los crímenes que se cometen en el mundo de la moda, nada más pregúntenle a Britney Spears y su conjunto de mezclilla, razón por la cual terminó sola, ebria y devastada aquella tarde del 2007.

Pero para ridículos, los que cometió esta chica habitante de Newton-Le-Willows en Inglaterra, donde hace un frío de la chingada y además llueve todo la pinche vida ALV. Resulta que esta morrilla identificada como Abbie Crawfordpor, considerada por ella misma como única, especial y diferente, salió a la calle bien tapada con su chamarrita pero totalmente descubierta de la cadera para abajo… o eso pensó su vecina.

Al observar a esta mujer con las piernillas al descubierto, varios vecinos avisaron a la policía local para poder detenerla por indecencia y faltas a la moral del barrio fino por el que seguro se paseaba. Cuando la policía por fin la detuvo, Abbie les mostró la verdadera razón por la que tenían que dejarla ir…

Doña “relaja la raja” mostró que debajo de su chamarra llevaba puestos una pieza de  skimpy denim shorts, que para quienes desconozcan del tema, son esos pantaloncillos de mezclilla horribles que parecen calzones incómodos que sofocan la entrepierna de las féminas sin miedo al ridículo como ella.

“Yo soy originaria de Portsmouth (un Veracruz inglés) y la gente allá viste de esta manera todo el tiempo, no importando qué temporada del año”, confesó esta mushasha. Al ver que todo fue un malentendido, la policía local la dejó en libertad.

Estas imágenes capturadas por un fisgón morbosón transeúnte ya dieron la vuelta al globo, llegando hasta las calles de Tlalpan, donde las chicuelas que hacen guardia nocturna de la gran calzada nos confesaron (después de bolsear a nuestro reportero estrella) que ese outfit lo impusieron primero ellas y no esta europea presumida.

 

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