Otra plaga más, para hacerlo interesante
Parece que Estados Unidos no tendrá respiro alguno ya que no sólo está luchando contra la pandemia de coronavirus como otros países en el mundo. Sino que ahora arribaron a las costas del sur de Florida una nueva especia invasora: los venenosos sapos de caña.
Los sapos venenosos gigantes pertenecen a la especie Rhinella marina y sus cuerpos segregan una sustancia tóxica cuando se ven amenazados; este veneno puede ser fatal para especies pequeñas como perros y gatos, aunque no lo suficiente para acabar con la vida de una persona.
Sin embargo, las autoridades del sur de Florida han señalado que las toxinas que los sapos de caña destilan de su piel pueden hacer enfermar gravemente a cualquier ser humano que tenga contacto con él.
Además, esta nueva plaga es un problema para los ecosistemas de Florida puesto que los sapos comen todo tipo de cosas. Desde insectos hasta lagartos, esta peligrosa especie tiene un sistema de defensa bastante alto y apenas tiene depredadores naturales.
Esto se suma a que el ambiente es uno de los favoritos de estos sapos gigantes para reproducirse y más considerando el creciente aumento de lluvias en esta zona de Estados Unidos. Se había creído que estaban controlados, pero ya las autoridades han visto que no es así.
El problema es que esta especie no es oriunda, la trajeron los granjeros de cañas de azúcar de Florida para que acabasen con los insectos que se alimentaban de sus cultivos. Pero ya hemos visto que el remedio fue peor que la enfermedad y ahora el ecosistema está al borde de un colapso.
Los sapos de caña de color marrón amarillento, también conocidos como sapos bufos, marinos o gigantes, están apareciendo en el sur de Florida después de que las recientes lluvias torrenciales los sacaron de sus escondites. La gente debe tomar sus medidas de precaución y cuidar a sus mascotas.
