Increíble pero cierto
La ola de protestas contra la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía llegó desde Minnesota hasta Washington, D.C.; donde un grupo de manifestantes lograron entrar a los terrenos de la residencia presidencial y provocaron que el presidente Trump usara por primera vez en años el búnker de la Casa Blanca.
Entre los miles de secretos que esconde la Casa Blanca está el famoso refugio subterráneo que fue construido a principios de la década de 1940 durante la Segunda Guerra Mundial bajo la presidencia de Franklin Delano Roosevelt y que fue remodelado en 1948 por su sucesor, Harry Truman.
El objetivo de este búnker era para la protección del presidente estadounidense en turno cuando se presente un asunto de emergencia. Está diseñado para soportar la capacidad de 535 personas (entre funcionarios y staff) para ofrecer una cómoda y segura estancia bajo tierra.
La última vez que el refugio fue utilizado fue durante los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando personal del Servicio Secreto tuvo información de que los aviones no se estrellaron accidentalmente y se temía un ataque dirigido al entonces presidente George W. Bush.
Fue este fin de semana cuando las imponentes protestas por la gente que demandaba el fin del racismo y la desigualdad hacia la comunidad afroamericana llegaron al corazón de la capital estadounidense y se temió por la seguridad del presidente Donald Trump.
El búnker que es conocido oficialmente como Centro Presidencial de Operaciones de Emergencia fue el lugar donde el mandatario pasó la noche en lo que se lograba apaciguar a los manifestantes en la superficie.
En su cuenta de Twitter, Trump agradeció la rapidez con la que el Servicio Secreto y la policía actuó para salvaguardar su bienestar y la de su gabinete. Mientras que daba a entender que las personas dentro de los protestantes eran parte de los “Antifa”, un movimiento de izquierda que el mandatario considera peligroso.
