Se trata de Ryan Kent, jugador inglés de quien seguramente jamás has escuchado hablar pero que ahora ha ganado notoriedad precisamente por esta excentricidad.

Kent fue jugador del club Liverpool, con quien debutó y jugó muchos años hasta que nada pasó con él, y lo pusieron en la lista de transferibles, y de ahí se fue al equipo de los Rangers en Escocia, que aparentemente fue donde compró su pequeña mascotita.

Es que luego el cocodrilo se deprime por quedarse solo en casa

Y ahora que lo han vuelto a transferir al Fenerbahce de Turquía no sabe qué hacer con su “coco”, de ahí que haya publicado un “clasificado” buscando a una niñera que se haga cargo del animalito.

La vacante de trabajo además de venir especificada con un sueldo de 3 mil dólares al mes, incluye seguro médico, habitación y traslado hasta Estambul donde iniciarían el nuevo trabajo como domadores de animales exóticos.

El propio sitio del club turco describe a Kent como “un amante extremo de animales”, y tal parece que su bajo desempeño como futbolista lo compensa haciendo este tipo de excentricidades.

Es pertinente aclarar que el jugador ni siquiera es titular con su nuevo club lo que nos hace volver a preguntarnos: ¿quién sigue viendo este deporte donde en hora y media por lo regular solo meten un gol y que les permite a estos monitos vivir este tipo de vida de excesos?

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