Adiós, fiel amigo
México.- Como sabrán, miles de oficinas cerraron debido al brote de Covid_19, ahora toda la planta de trabajadores se encuentra a salvo desde sus casas. Solo que hubo una planta que no tuvo la oportunidad de salvar su vida pues se quedó dentro del edificio abandonado.
La suculenta que me dieron de regalo yace olvidada en una de las esquinas del escritorio, y desde ahí contempla poco a poco su fallecimiento.
Justo hoy logré recordar que existe una ser viviente al que se le abandonó, como a todas esas plantas de oficina que no duran más de un par de semanas. Sin embargo, esa sobrevivió a la falta de sol, las malas energías y el descuido diario.
El día de hoy muy probablemente comience a utilizar su última reserva de agua, por lo que mañana será solo cuestión de tiempo para que se empiece a secar.
Recuerdo aquel día en la vi por primera vez frente a mí. Era verde y llena de vida. Prometí cuidarla con todo mi empeño hasta que dejé de hacerlo y pasó a formar parte de las cosas que siempre me propongo y abandono nada más porque sí.
Pero esa suculenta era diferente, se negó a quedarse en el olvido, y al mirarla tan altiva y guerrera, decidí seguir ignorándola pues obviamente podía con el agua que le echaba solo cuando me llegaba a acordar.
Ahora la lucha terminó. Pero su memoria seguirá viva.
Lo siento mucho.
Prometo no comprar más plantas.
Bueno, una y ya