¡Deme cinco litros!
México.- Luego de muchas décadas de dudas e incertidumbre, científicos de la Universidad de la Vida por fin comprobaron que un vaso con agua suele ser más saludable que comerse cinco tacos de tripa bien doradita. Obviamente, el agua no debe contar con procesos artificiales, y necesita ser 100% pura de manantial, características que reúne la tía Agua Santa María.
Para llegar a dichas conclusiones, los científicos seleccionaron a dos grupos de 20 individuos cada uno. Al primer grupo le hicieron desayunar tacos de tripa durante una semana; al segundo, les pidieron que bebieran, también durante una semana, agua al iniciar sus actividades diarias.
“Los sujetos que se echaron unos sabrosos taquitos de tripa, al final se sentían más pesados e incluso fueron diagnosticados con el mal del puerco; contrario a ellos, los que bebían Agua Santa María comenzaron a sentirse más livianos, más frescos, hasta se les notó una actitud muchísimo más relajada y feliz”, observó Tiburcio Blanco, científico a cargo del proyecto.
Agua Santa María, un regalo de nuestra Madre Naturaleza
Aunque la creencia popular afirma que desayunarse unos tacos de tripa es saludable para el organismo, esto queda descartado al beber agua 100% de manantial. Sí, serán muy ricos y todo, pero ningún alimento podrá competir con lo que es natural y completamente orgánico.
“La diferencia radica en que en esos tacos hay una intervención directa del ser humano al meter la tripa al aceite, o hacer la tortilla, o preparar una sala bien picosa; en contraparte, un vaso con agua es simplemente producto de nuestra Madre Naturaleza, sin ningún añadido o proceso artificial que pueda perjudicar la calidad del agua”, abundó un investigador mientras alzaba el meñique y se disponía a degustar en una copita de agua.
Los científicos también analizaron muestras de tacos de tripa y de agua en el laboratorio. Al observar por el microscopio un pedazo de taco, descubrieron que éste poseía propiedades de la calle, el metro, el tráfico y el escándalo de la ciudad. Asimismo, al estudiar una gotita de Agua Santa María lograron ver, en tan sólo esa gota, un manantial transparente, un paisaje diáfano, aire limpio, y un cielo azul reflejado en las tranquilas aguas del manantial.
“La naturaleza nunca dejará de sorprendernos, basta con beber un poco de agua para estar seguro de ello y sentirnos más saludables”, concluyó un chavito que decidió “bajarse” los tacos de tripa bebiendo un vaso con agua.