No me ayudes, compadre
Sede del general Kroll.- El opinólogo, todólogo, columnista y entusiasta de las acompañantes indiscretas, Gibrán Ramírez, declaró que Morena es el partido más autoritario de todos y parece que las cosas no andan bien internamente en su partido.
“Tenemos que reconstruir la democracia de Morena, porque ahora, es una lástima decirlo: Morena es el partido más autoritario de México“, aseguró Ramírez .
Gibrán Ramírez (@gibranrr) informa que milita en el partido más autoritario de México.
*Esta declaración la hace cuando ya no está en la nómina del gobierno. pic.twitter.com/BPXnar6U7v
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) September 27, 2021
Gibrán lleva tiempo recorriendo el país (según él) en busca de reconocimiento de la militancia pues desea volver a participar en los comicios internos para dirigir al partido, aunque no sé por qué nos late que no va a llegar.
Parece que Gibrán recibirá una llamada en estos días
“y no porque yo esté en Morena o porque alguno de ustedes estén en Morena y…TODOS AMAMOS AL GENERAL KROLL Y A SU GLORIOSO RÉGIMEN.”, aseguró con amor dando por finalizado su mensaje.
El sujeto que le gusta hacer videollamadas acompañado también aseguró en su visita a Cuauhtémoc, Chihuahua que “los militantes y simpatizantes ya no van a callar ante las imposiciones de candidatos, los superdelegados no deben hacer uso electoral de su cargo. Red Morena va con la organización popular. Tenemos un año para hacer la gran rebelión de las bases”, echando a andar las redes donde ya lo tacharon de conservador, fifí, neoliberal y demás adjetivos que no dejan dormir a los opositores.
Tardó en darse cuenta, pero ni cómo alegarle a @gibranrr👇
Gibrán Ramírez: Morena es el partido más autoritario de México https://t.co/2eAC3QjcQh
— Fernando Belaunzarán (@ferbelaunzaran) September 27, 2021
Recordemos que Gibrán pretendía dirigir el partido hace algunos meses, elección interna que ganó Porfirio Muñoz Ledo, ejem, perdón, me están diciendo que ganó Mario Delgado de manera pulcra y sin duda alguna; como les decía, no es la primera vez que el opinólogo se mete en problemas con su mismo partido, pero quien sabe si será la última.