Ya estaban por sacar un comercial con la rolita del taxi…
Concesionaria de Doña Carlota.- La marca de autos Toyota tendrá que indemnizar a Ricardo Arjona por haber usado una canción de él para una publicidad del 2014, pero como la justicia es pronta y expedita, pues un tribunal acaba de fallar a favor del guatemalteco con acceso a la justicia mexicana.
Se trata del tema “Jesús es verbo, no sustantivo”, el cual fue alterado por la marca para una campaña publicitaria sin el permiso del cantautor, quien decidió promover una demanda civil en contra del fabricante de autos, mismo que perdió en primera instancia pero que luego de apelar logró que el caso lo atrajera de la Suprema Corte, donde finalmente ganó.
“Efectivamente, existió una alteración a la obra original Jesús es verbo, no sustantivo, cuya autoría se atribuye a Ricardo Arjona, por lo que debe otorgarse valor probatorio pleno al dictamen emitido por el perito designado por el actor”, señaló el ministro Mario Pardo Rebolledo luego de quitarse la toga de la entrepierna.
Ricardo Arjona podría obtener una numerosa suma de dinero por un litigio en contra de Toyota… https://t.co/EYAtyhZpDt
— E! Online Latino (@EonlineLatino) February 10, 2023
Recordemos que dicha rolita salió en el álbum “Animal Nocturno” que fue con el que prácticamente Arjona se dio a conocer en todo el mundo, y que le gustó a Toyota para su comercial pero sin haber obtenido los respectivos derechos de parte del cantautor.
Originalmente Ricardito había pedido 40% de las ganancias obtenidas por la marca a raíz de la publicidad mal habida, cosa que no será así como también determinó la Suprema Corte, y la cifra por la indemnización será finalmente determinada por un tribunal unitario.
Toyota creyó que las canciones de Arjona eran de dominio público
“Resultaría excesivo que el monto de la condena se cuantifique sobre la totalidad de las ganancias obtenidas por la venta de automóviles dentro de un lapso determinado, por lo que la determinación el importe se fijará con base en una audiencia de peritos”, señala también el fallo que otorgó la razón (a medias) a Arjona.
Esta es la canción original que en su momento no dejó felices ni a ateos, ni a creyentes ni a apóstatas, pero que Toyota le vio potencial para hacer una parodia:
