Bienvenida, Edad Media
México.- Alguien avísele a este párroco de la iglesia del estado de Hidalgo que ya se terminó la Edad Media y que una bendición no se le niega a nadie, por más corrompido que tengamos el cuerpo y por más cochambrosa que esté nuestra alma.
Pues sucede que durante una misa de cuerpo presente, el sacerdote no quería bendecir al difunto, y argumentó que nel, que su cuerpo estaba corrompido, así que no le tocaba bendición. Esto, obviamente, hizo que los familiares se enojaran, y con justa razón.
Faltó que le aplicaran un “por eso, padre, échele su bendición para quitarle la corrompidez al cuerpo”. Pero sí le dijeron cosas bien fuertes como “corrompido tiene usted su corazón”, y “usted está lleno de odio”. Adelante con el video:
Aunque al final sí dio la bendición, quizás lo que necesitaba este párroco era una pizca de empatía, un puño de sentido común, y tres o cuatro gramos de tantita madre, todo eso mezclarlo perfectamente hasta crear una masa uniforme de compasión y comprensión al prójimo.
Si ya está bien difícil pasar por un duelo de esa naturaleza, ahora imagínense que un sacerdote todavía se ponga de diva y se ponga sus moños para hacer su chamba. Piensen en eso cuando en misa pasen la charola de las limosnas.
El caso es que ya se están organizando para hacer que el párroco se vaya a oficiar a otra iglesia, pues además dicen que este padrecito siempre ha tenido actitudes déspotas hacia las personas que asisten a la iglesia. Perdónalo, Diosito.