Oh may gah
México.- En la década de los 90, no había criatura más icónica a nivel nacional que el mismísimo Chupacabras: criatura mitad cabra, mitad vampiro y mitad tú al despertar después de un fin de semana de pachanga. Este personaje impactó a una generación por su misticismo y su inesperado comportamiento.
Actualmente, todavía hay uno que otro avistamiento de un tal Chupacabras que de vez en cuando se cena un platito de birria con cero gluten y orgánico (porque ya es hipster), pero nada comparado con aquel boom noventero tan divertido, tan lleno de preguntas, tan lleno de misterio…
Durante mucho tiempo, no tuvimos más eventos paranormales…
¡hasta hoy!
Existe un grupo de gente que toma la deliciosa tradición de un rico tequila mexicano y encuentra la manera de mezclarlo con otros sabores. Y tú dirás, ¿piña, limón, fresita? Oh no, resulta que los señores de Terremoto se volaron la barda, juntaron lo mejor de dos mundos y todo resultó en un suculento licor de tequila sabor… ¿HORCHATA?
Dentro de esta chula botella, se encuentra este paradigmático licor que bien puedes utilizar como digestivo después de la comida, en shots con su tapa de aluminio, o de plano para presumirle a tus compitas que te das ciertos lujos con esta botella de grabado artesanal mexicano con la figura del chupacabras.
Cabe recordar que, hace un año, estos genios ya nos habían traído el licor de tequila sabor churro, que amenizó nuestras fiestas patrias con un sabor que tú y tu abuelita alegre pueden disfrutar:
¿Cómo hicieron que dos polos tan diferentes de sabor se unieran y resultaran en algo tan sabroso? No lo sabemos, y a veces es mejor no saber. Lo mismo con el Chupacabras, por más ansias que tengamos de saber sobre su paradero o su identidad, dejemos que el enigma continúe su caudal.
¿Qué es la vida sin acertijos no resueltos? ¿Qué es la vida sin una buena copita de tequila después de unas buenas enchiladas?