Los doctores quieren saber cómo sigue
México Mágico.- Don Fulgencio Ramírez consiguió lo que muchos mexicanos (excepto los mexicanos ricos) anhelan: pasar a consulta en el IMSS. Sólo que esta feliz noticia fue opacada por un pequeñísimo detalle: don Fulgencio lleva medio año de haber pasado a mejor vida.
Hace ya dos décadas, don Fulgencio sacó cita en el IMSS porque le dolía el estómago. Una década más tarde, pasó a consulta y dijo que el dolor se le había agravado. El doctor le recetó la santísima trinidad de los medicamentos: paracetamol, diclofenaco e ibuprofeno, “ya con eso se sentirá mejor, don Fulgen; cuídeseme mucho”, concluyó el médico.
Por desgracia, el dolor estomacal continuó aumentando, así que el paciente volvió a sacar cita. Justo hace un par de días, el IMSS se dignó a otorgarle una nueva consulta a don Fulgencio, “somos unos dioses generosos”, argumentó la recepcionista de la clínica mientras seguía muy ocupada limándose las uñas y desempolvando su máquina de escribir.
Sin embargo, el paciente ya había fallecido seis meses atrás. Sus familiares analizaron la posibilidad de resucitar a don Fulgencio porque “una oportunidad así tan grande como la que nos ha dado el IMSS debe ser aprovechada, sea como sea”, explicó la hija del difunto.
Finalmente, los familiares cambiaron de parecer y ya no quisieron resucitar a don Fulgen, pues recordaron que éste aún debía millones de pesos a Coppel y a Elektra, “mejor así lo dejamos, que descanse en paz”, concluyó la viuda.