Ustedes son diabólicos
México.- Recientes investigaciones conspiranoicas revelaron que las muelas del juicio no existen: son los odontólogos. Es decir, los dentistas inventaron los “terceros molares” para enriquecerse a costa del sufrimiento de sus pacientes.
Según información confidencial, la secta de odontólogos acordó inventar las indeseables muelas del juicio desde hace muchas centurias. El plan era cobrar muy caro por cada muela, y así convertirse en un gremio con muchísima lana. Y, pues, lo lograron.
Pero el malévolo plan no acaba allí. La cuestión es que, como muchos saben, los odontólogos también experimentan un extraño placer al torturar a sus pacientes. Por lo cual, sus instrumentos de odontólogos son en realidad instrumentos de tortura. De hecho, las herramientas de los sacamuelas serán exhibidas en el museo de la tortura, acá la información.
Tú qué sabes del dolor si nunca te han quitado las muelas del juicio
Los odontólogos no sólo inventaron las muelas del juicio, sino que las colocaron en el lugar más incómodo, para que te doliera hasta en el alma cuando te las saquen. ¿Qué los motivó a hacer esto? Simplemente la pura maldad y las ganas de hacerle daño al prójimo.
Sin embargo, el mal ya está hecho y la genética humana ya se acostumbró a tener que sufrir por las muelas del juicio. Por lo que sólo nos queda resignarnos y ahorrar unos cuantos miles de pesos para ir a una sesión de tortura en el dentista.
Por su parte, los odontólogos se deslindaron de cualquier responsabilidad. Dijeron que, en efecto, las muelas del juicio son una invención, pero que el plan se llevó a cabo hace muchísimo tiempo, por lo cual no pueden culparlos de los actos diabólicos que cometieron sus antepasados.
Importante: Recuerda que El Deforma es un sitio de entretenimiento, humor y sátira. El contenido en nuestras notas NO debe de ser tomado como una fuente real de información, aun cuando algunos elementos de la nota sean parte de la realidad. La única sección en donde el contenido de las notas es 100% real es en “Increíble pero cierto”.
