Pensar que no volverá a exigir un Subway en toda su vida
Penal de la Histeria.- El sujeto que fue grabado mientras m*dreaba a un empleado de Subway ya fue detenido y eso nos hace felices
Se trata de Fernando Media, alias “El Tiburón” quien en la semana entró a uno de estos negocios de comida rápida para pedir un emparedado, pero como un empleado osó decirle que se formara en la fila, éste le propina una golpiza épica.
Para mantener la objetividad en la redacción de la nota, y respetando su presunción de inocencia, nos referiremos al “Tiburón” como “el infeliz”, “el desgraciado” o “malparido”; para que usted, amable lector sepa a quien nos referimos cuando vea esos calificativos.
Ni John Wick: Medio México ya busca al vato que golpeó a empleado de restaurante
Desde que se supo este caso, la sociedad en su conjunto se indignó por completo y muchas personas le estaban dando seguimiento al caso para asegurarse que el malparido (ya vieron) realmente fuera detenido por la Fiscalía de San Luis Potosí.
El chiflado del Subway ya fue detenido
Es así que se llevó a cabo una “cacería” por parte de las autoridades (y de los cibernautas que lo tenían ubicado en sus redes) para dar con el sujeto que se decía que era abogado y que tenía una academia de artes marciales, por lo que este sábado el propio gobernador de la entidad, Ricardo Gallardo, dio a conocer en las redes sociales que se había logrado la detención del desgraciado amante de los chochos.
¡En San Luis Potosí no cabe la impunidad!
Siempre habremos de cumplir con la sociedad. Se hará justicia para Santiago. Acaba de ser detenido Fernando Medina (el Tiburón). ¡En San Luis Potosí nadie por encima de la Ley! #RGoficial pic.twitter.com/3PT4mHU8no— Ricardo Gallardo Cardona 🇲🇽 (@RGC_Mx) August 5, 2023
Cabe mencionar que en todos las Legislaciones Penales del país la pena por lesiones dolosos es de 8 a 10 años de prisión, y siendo un menor la víctima, ésta podría duplicarse; por lo que estaremos atentos para que la Fiscalía realmente condene al infeliz por de pérdida 15 años, a menos que quieran que la presión social clamando justicia se les voltee a ellos.