Nunca se pudo curar de esa enfermedad
San Mungo.- Nestor Ibarra era un chavorruco de 30 años, su avanzada edad le confería en título de patriarca dentro de su comunidad. Debido al deterioro biológico de su mente, sus delirios persistían mientras asustaba a los más pequeños. Medios locales confirmaron que, luego de una larga vida de contar fábulas y mitos, era momento de que descansara en el absoluto.
Posterior a la ceremonia del martes, Nestor fue llevado por su familia al hospital más cercano. Sus primos cuentan que toda su vida les habló de lo bien que tocaban The Beatles, grupo ancestral, prototipo de las Boy Bands, pero claro, nunca le creyeron. No podía creer que esos ruidos hayan estado en los éxitos de Billboard a lo largo de 10 años de estar activos. Nestor siempre fue así, ni la abuela le hacía caso.
Tenía frases muy famosas, algunas como eso no es música, qué asco el reggaetón, nada como Kurt Cobain y nos vemos en el mercado del chopo para ver a heavy nopal eran sus favoritas. Cuentan los profetas de Bad Bunny, contemporaneos a la vida de Nestor, que sus pensamientos eran dignos del mayor control de los trastornos esquizoides.
El crepúsculo de los ídolos
The Beatles fue una agrupación que cambió al mundo en un abrir y cerrar de ojos. Su influencia data del siglo pasado como uno de los eventos más grandes dentro de la cultura pop, al menos eso solía decir el abuelo Ibarra, en palabra de sus bisnietos más grandes. Sus escritos más antiguos hablaban de grupos y personajes como Rolling Stones, El Tri, Led Zeppelin, John Cage, Stockhausen, sin embargo ninguno de los registros guardan memoria o fidelidad de esos nombres.
Esa tarde Nestor se fue en paz, similar al último viaje de Aldous Huxley en compañía del LSD. Su esposa cuenta que miró a todos por última vez, sonrió y les recomendó que escucharan el Abbey Road. Nadie supó de qué hablaba perole dijeron que sí. El parpadeo cesó, el eterno viaje comenzó.
Si usted cuenta con un amigo chavorruco que diga cosas similares a Nestor, no dude en ayudarlo a recuperar su vida.