Para acompañar tu chocolate y tu pan de muerto
El Mictlán.-Las tradicionales calaveritas literarias no pueden faltar en estas fechas. Desde hace más de cien años, las calacas en verso han figurado en todas partes para mencionar los acontecimientos de cada época.
En pocas palabras, las calaveritas literarias han sido las pioneras en la difusión del tren del mame, desde fines del siglo XIX y hasta la fecha. Así que sácale punta al lápiz y escríbete unas calaveritas para que las pongas en tu ofrenda.
Mientras tanto, acá te dejamos las calacas que Lufloro Panadero y el tío Deforma, han redactado y creado para ti. Por supuesto que nos faltaron más personajes, pero es nomás una probada para que te quedes bien picado y tú escribas otras más.
Adelante con las calaveritas:
FRENA
La Calaca, confundida,
sintió mucha pena ajena
cuando en el plantón del FRENA
no halló ni una sola vida.
Se puso muy afligida,
esperó durante horas
a fuerzas opositoras
que llegaran al momento,
pero sólo vio en el viento
unas casas voladoras.
LÓPEZ-GATELL
El tiempo corre y apremia,
incluso en el cautiverio,
y el rockstar de la pandemia
va camino al cementerio.
La Muerte, por si las dudas,
se puso bastante gel
en sus manos muy huesudas
para tocar a Gatell.
Pero Gatell, de repente,
abrió poco a poco un ojo,
vio a la Calaca de frente
y le dijo con enojo:
“lárgate, por qué me tocas,
qué imprudencia, qué te pasa,
no tienes ni cubrebocas,
ya mejor quédate en casa”.
SUSANA DISTANCIA
La gente tenía un ansia
de atascarse en los camiones,
hacer viajes y reuniones
bajo cualquier circunstancia.
Así, Susana Distancia
se diluyó paso a paso
porque nadie le hizo caso;
y, ahora que ya está ausente,
hay un miedo permanente
de que nos cargue el payaso.
“MÉXICO LIBRE”
Margarita y Calderón
lloran con el ego herido
porque su pobre partido
no encontró validación.
La Parca ni entró en acción:
ese partidito era
una pobre calavera
olvidada en el desierto;
e incluso ya estaba muerto
desde antes de que naciera.
LOS PRIISTAS
La Muerte dictó su fallo:
puso en una misma olla
a Cienfuegos, a Lozoya,
a los Duartes y a la Chayo.
Sorpresiva, igual que un rayo,
les fue metiendo el colmillo
como a un rancio bocadillo;
mientras tanto, Peña Nieto
se mostraba tan inquieto
que hasta le sudó el timidillo.
RICARDO ANAYA
Otra vez el Canallín
quiso hacer su despedorre,
pero el odio lo recorre
y cada día es más ruin.
La Parca le puso fin:
lo desconectó de veras,
y entre sucias calaveras
lo amarró sin compasión,
por si le da tentación
de robar unas carteras.
FELIPE CALDERÓN
La Calaca a Calderón
le dijo: “tienes fortuna
porque con García Luna
compartirás el colchón”;
y se lo llevó al panteón
con su Margarita y todo;
ahora lo cubre el lodo,
una tumba lo acorrala,
y él siente sed de la mala
sin poder ponerse beodo.
LORET DE MOLA
La Muerte le pasó lista
a Carlos Loret de Mola,
hoy sufre su alma sola
con un tono amarillista.
El traje de periodista
siempre le quedó grandote;
y él extraña hacer borlote,
pero nadie le habla ya…
dicen que su tumba está
debajo de un gran chayote.
BÁRBARA DE REGIL
Tantas horas de ejercicio,
tanto entrenamiento hostil
de Bárbara de Regil
fue un completo desperdicio.
La Calaca al precipicio
la llevó por sus excesos,
sus músculos ya están tiesos,
y ella sufre, pues le aterra
que debajo de la tierra
quedará en los puros huesos.
PAN DE MUERTO
Con tratamientos hostiles
profanaron tu belleza,
te hicieron pan de hamburguesa,
te metieron chilaquiles;
pobre pan de muerto, diles
que tu sabor no ha nacido
para ser embrutecido
por tantas combinaciones;
pues, viendo cómo te pones,
más que muerto estás morido.
Y, por si te has perdido la variedad de transformaciones que ha sufrido el pan de muerto, acá te dejamos los diez rarísimos y polémicos panes de “morido” por los que Dios nos va a castigar.