Los treinta minutos más felices de su vida
Villa Materna.- Sebastiana Bermúdez, mujer de 31 años, logró cumplir lo que muchas madres de recién nacidos tanto anhelan, pero nunca obtienen: echarse un sabroso sueñito de media hora seguida sin interrupciones.
La joven madre dijo que desde hace un mes que nació su bendición de nombre Iker Mateo Santiago no había podido pegar la pestaña más de diez minutos. Y todo porque el Iker se la pasa haciendo lo único que saben hacer los bebitos a esa edad: chillar todo el tiempo.
Esa media hora no tiene precio
Sin embargo, la mamá de Sebastiana, doña Pánfila, se compadeció de su pobre hija y le cuidó la bendición durante una larga media hora. “La media hora más estresante de mi tercera edad”, confesó doña Pánfila quien le daba su “bibi” al chamaquito, pero ni así se callaba.
En esos gloriosos treinta minutos, Sebastiana durmió todo lo que no había dormido en un mes. Incluso le dio tiempo de hacer su súper, ir al cine, escombrar su casa, lavar la ropa y verse con sus amigas para echar el chisme.
Mientras tanto, Iker Mateo Santiago amenazó con seguir chillando todo el tiempo hasta que cumpla tres años. “Aguuu agu aguu aggg aguuu”, sentenció el recién nacido que, en traducción al español, significa: “Espero que con esa media hora hayas recargado toda tu pila, porque ahora voy a chillar con más ganas”.
Y, en otras noticias más amables: Activistas piden protección para pericos, “nacieron para ser libres, no inhalados”, señalaron. Aquí toda la información.
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