Estaban discutiendo y alguien se empezó a poner violento
JordanVille antes Paraíso Capone.- Un flamante Ferrari propiedad del dueño de una empresa de transportes fue destruido por un trabajador enojado con su patrón, sin que se sepan hasta la fecha los detalles o motivos que llevaron al empleado a desquitarse con el inocente vehículo de motor, 3000 caballos de fuerza e interiores de lujo.
¿Qué culpa tenía el Ferrari en todo eso?, pregúntome yo
Lo anterior sucedió en Chicago, y contrario a lo que podría suponerse, no fue el viento del lago el que arrojó el camión encima del Ferrari GFC4 Lusso, sino la ira del empleado quien estacionó el pesado transporte justo encima del techo del vehículo y al lado del cenicero, el cual está valuado en 300 mil dólares, que traducido en pesos equivale a la mitad del estado de Morelos sólo quitando la parte fea de Cuernavaca.
Los primeros informes sugieren que el patrón se negó a darle un ascenso al trabajador, quien enfurecido puso en práctica sus clases de ‘conciencia de clase’ y destruyó propiedad privada, con lo que se ganó un década de confinamiento en una celda con 2 vecinos que no duermen.
Otro trabajador y compañero del iracundo sujeto dio esta información a la policía:
“Le ofrecieron un Volvo de 2019 con 50 mil kilómetros y se negó a conducirlo, ya que había pedido un modelo 2020. Después de unos minutos de discusión, condujo el camión hacia la Ferrari del jefe tratando de matarlo”.
Si esta versión fuera cierta, la absurda discusión se habría centrado en el modelo del transporte que le dieron para trabajar, y al no estar el camión encerado, pues trató hacer milanesa a su jefe, lo que le acarreará una pena aún más grande, para orgullo de toda la clase trabajadora.
