Acompáñenme a ver esta triste historia
El Estado de la Cuestión.- Llega el trágico momento en la vida de todo estudiante universitario donde debes demostrarle al mundo, a la vida, a ti mismo y a tus padres que sí puedes con ese gigantesco monstruo de 120 páginas llamado: tesis.
Luego de sufrir mucho, de darle mil vueltas a tus conocimientos y de hacerte güey muchos meses, por fin eliges un tema de tesis, te dan un asesor, y creas una carpeta en tu computadora donde, según tú, en tres meses (seis, máximo) tendrás tu preciosa tesis ya terminada.
Sin embargo, entre querer escribirla, escribirla y terminarla, existen un sinfín de trampas, acantilados, tierras fangosas y precipicios en los que podrías acabar, todo traumado, y decidiendo ya no titularte o titularte por promedio (si tu carrera te deja hacer eso).
El caso es que hay una serie de maldiciones que debes enfrentar cuando estés en esas circunstancias. No, no te queremos asustar, pero es la mera verdad. Vamos con la información y volvemos al estudio: