Los osos salvajes son las ardillas de Nuevo León
La Tierra del Babo.- La vida de los regios es inusual por no decir que muy sorpresiva. Un día están tranquis y al otro les desata la Canícula en plena cara. Claro, tremenda masa de calor para ellos es lo mismo que unas cosquillas. Puede que se acuesten entre primos pero no le tienen temor a ningún tipo de oso silvestres. Ni siquiera a los que rondan los barrios de uno de nuestros queridos compas, Santa Catarina.
En el Parque Ecológico Chipinque es familiar ver oseznos en busca de alimento. Por eso estas señoras, madres e hijas separadas y reunidas por el odio a Homero Simpson, ni se inmutaron cuando, por mansa curiosidad un par de osos se acercó a ellas.
El momento fue grabado y viralizado en las trece colonias del estado árido, una actividad que para cualquier chilango sería enfrentarse con un ser incontrolable de la naturaleza, para estas regias era como ver a las mariposas pasar.