En exclusiva desde el más allá
México.- Únicas y Diferentes S.A. de C.V. decidió hace un par de meses que ser una señora sufrida estaba dentro de lo más popular en su acontecer diario. Por ello, muchas se fijaron en una leyenda del sufrimiento femenino:Rocío Durcal.
En 1981, la cantante española lanzó su álbum de estudio “Confidencias”, donde se encontraba el track compuesto por Rafael Pérez Botija, “La gata bajo la lluvia”.
En dicha pieza, Durcal explora aquel sentimiento del rechazo y el desamor, al encontrarse una mujer enamorada ante un hombre que simplemente la consideró una casualidad.
https://www.youtube.com/watch?v=g8zMWb0gWP8
Estar dolida y los gatos se han convertido en los principales temas de enfoque con los que muchas chicas se sienten identificadas. Tuvimos que llamar a nuestra experta en Mujer, esto fue lo que nos platicó.
– Hola, buenas tardes. Es un honor. Dinos, ¿por qué las mujeres modernas se identifican tanto con los gatos?
El placer es mío. Bueno, digamos que son suavecitos.
– Ahora, Rocío Durcal, un fenómeno en los 70s, hoy se encuentra presente en miles de nombres en Twitter, ¿a qué se debe este éxito?
Pues mira, la gente es inventada. Rocío está en miles de cassettes escondidos en casa de muchas señoras, por lo que sus hijas y las hijas de sus hijas pueden tener fácil acceso a esto.
Si contemplamos el nivel de sufrimiento y lo mucho que la gente sufrida llama la atención en redes, esto te garantiza el éxito. Lo raro es que no haya sido la Leona Dormida, pero otra vez, son chavas, están todavía muy verdes para llegar a ese nivel felino.
– ¿Crees que Rocío Durcal estaría orgullosa de este nuevo alce en su carrera después de 13 años de su muerte?
Yo diría que sí, ella era una reina.
Por su parte y desde el más allá, la señora Durcal contestó el teléfono portal para responder a nuestro cuestionamiento. “Joder tío, ya no me estén molestando con eso, es una ridiculez”, comentó antes de colgar.
Así que ya lo saben, ponerse la Gata bajo la lluvia no crea mágicamente una personalidad, al contrario, te convierte en el nuevo “acaso soy el único que no…”.
Seguiremos informando