Se pasan de tlaxcaltecas
Pipope Land.- Solo hay un lugar en este marginal mundo que nos trae la mayor felicidad: Ese eres tú, Tlaxcala, sí, te hablo a ti, ponte de pie, mito y leyenda, héroe de lo imposible, cumbre de la cultura, México no es nada sin ti. Los shamanes de este inefable lugar, descrito por los peruanos como El Dorado, dicidieron que era momento de pasar a la historia como la nueva Atlantis. Nada que hayan hecho Alejandría y los jardínes colgantes de Babilonia estaría preparado para lo que viene.
Pónganse de rodillas porque se van a caer de nalgas, señoras y señores.
El pasado 13 de junio llegó el convoy que transportaba un Boeing de guayaba 727 a la comunidad de San Esteban Tizatlán dentro de la Megalopolis de Tlaxcala. Una vez llevadas todas sus partes al cerro El Ostol, se comenzará con su armado, no sin antes pedir permiso a todos los espíritus del lugar para inaugurar las construcciones.
Todas las piezas, provenientes de la Base Aérea Militar Santa Lucía, serán enviadas al mismo lugar de acuerdo a la orden de la pitonisa y sacerdotiza municial de Tlaxcala, Anabel Ávalos Zempoalteca.
Miles, bueno,12 lugareños se acercaron a observar lo que podrían ser los restos de un gigante o de los mismos dinosaurios. Recordemos que Tlaxcala debe terminar el periodo cuaternario como todos los demás estados para alcanzar la evolución, de acuerdo a información de Primitivo López, ex-corresponsal de Televisa.
El siguiente relato cantado en la fogata describe como se vivió la llegada del primer pájaro de metal a la capital tlaxcalteca:
“Las decisiones más difíciles requieren las voluntades más fuertes” dijo el Tunas. Si bien nuestra nación vecina, amante del progreso y la tecnología no posee aeropuertos, más que uno militar en Atlangatepec, han recibido un gran Boeing, de algún cementerio de aviones, para realizar sus sueños y tocar el cielo. Las escaleras eléctricas ya son cosa del pasado, hoy será un nuevo avión y mañana biología molecular superior a la que desarrolla Holanda.
Como habrán escuchado en el video, la expectación llenó de vida a la comunidad de Atizapán, pues recibirán, esperemos que pronto, un museo interactivo o parque temático que contendrá una biblioteca virtual, palapas, un mirador, dos robots para cada niño y realidad virtual similar a la vista en Matrix. Esta iniciativa espera ayudar a esta comunidad y elevar su desarrollo económico y turístico.
No tendrán aeropuertos pero sí sueños de superarse. Bien por ti, Tlaxcala, te vemos desde el horizonte esperando ver como desarrollas los primeros Helicarriers Mexicanos.