La vieja confiable
Mundo enfermo y triste.- Luego de que el frágil futbolista brasileño, Neymar, se viera envuelto en un serio caso de abuso sexual, se presentó finalmente ante la comisaría de Río de Janeiro para declarar por dichas acusaciones. Sin embargo, nadie se esperaba que ante esta situación Neymar habría de sacar su arma más poderosa: hacer un Neymar.
Neymar acudió en silla de ruedas por su más reciente lesión como deportista (el viento lo derrumbó en su último partido) y, en compañía de su abogado, se dispuso a presentar su declaración y a decir la verdad y nada más que la verdad.
Sin embargo, mientras la señora de la comisaría tomaba nota, Neymar abruptamente saltó de su silla de ruedas y comenzó a retorcerse y rodar por el suelo del juzgado durante varios minutos. Testigos afirman que Neymar se quejaba de un tremendo dolor y gritaba: “ay, ay, mi fragilidad masculina”.
Así permaneció sufriendo dicho ataque un par de minutos más, hasta que un árbitro detuvo todo el proceso, y enseguida entró una camilla para llevarse al delantero al hospital más cercano. Los paramédicos le aplicaron Vitacilina mientras le decían: “sana, sana, colita de rana”, y Neymar no dejaba de llorar.
Finalmente, el juez decidió absolver a Neymar de todos sus cargos y darle carpetazo a su posible delito de violación. Asimismo, le deseó pronta recuperación y un feliz regreso a París, ciudad donde reside dicho deportista. “Saludiños y todas mis oraciones para que te compongas pronto”, concluyó el juez.