Rájese pero a su país, loca
Primer mundo.- Ustedes saben, porque nos conocen perfecto, que somos un medio respetuoso, atento con las personas, diríamos que casi casi que unos santos. Por ello, nos molesta mucho tener que referirnos a los fanáticos de Trump, porque al verlos siempre sacamos lo peor de nosotros mismos.
En esta ocasión, vamos a hablar de una señora de notable apariencia perturbada, que se encontraba casualmente en el Reino Unido mientras el presidente Donald Trump hacia su visita de Estado. La señora, con el acento ranchero de los gringos, se acercó a una protesta anti-Trump para causar bullicio en nombre del señor naranja.
A pesar de estar en una ciudad tan civilizada y bella, la señora no perdió el tiempo y sacó el cobre de inmediato para dejarle encargado un fierro al pobre Baby Trump, que ni la debía, ni la temía, él solo quería tener su pañal.
Obviamente ahí no terminó la cosa, todos sabemos que cuando a una señora se le pide estar bajo control, es muy difícil que se siente. Sin embargo, fue tan inepta en rajarse al Trump que hasta salió herida y tuvieron que detenerla para saber qué le sucedía.
Primer o tercer mundo, no cabe duda que una vieja loca la encuentras en cualquier lugar. Si te preguntas por el estado del inflable, nos da gusto (y también un poco de ñáñara) informar que está bien, un poco herido pero volverá a volar pronto.