Le dio miedo acabar en el hospital con una botella atorada
Donde se dan los hombres, pero entre ellos – Luego de que Vicente Fernández se negara a recibir un transplante de hígado por miedo a que este perteneciera a un homosexual (o drogadicto) y terminara transformándose en un homosexual, el equipo de investigaciones especiales del Deforma se dio a la tarea de sobornar a medio país para averiguar quién era el gay, drogadicto o gay drogadicto a quien pertenecía el hígado rechazado.
Nuestra investigación fue más minuciosa que la de Detective Pikachu y reveló que el hígado pertenecía a nada menos que Alejandro Fernández “El Potrillo”, hijo de Vicente Fernández y conocido fiestero, asiduo a la bebida y a una adictiva sustancia conocida como Mitrozon.
De acuerdo con médicos del siglo XIV consultados por este medio, Vicente Fernández tomó la decisión correcta al rechazar el hígado gay de su hijo, pues pudo haber terminado borracho y sin camiseta abrazando a otros hombres borrachos y sin camiseta o peor: con una botella atorada por Detroit.
“Rechacé ese hígado lesbiano porque me daba miedo acabar en el hospital por una botella atorada, afirmó Fernández, quien en cambio acabó en el hospital por un prejuicio de la edad media atorado en la cabeza ranchera. Sea como sea, nos alegra tener a estos dos ídolos mexicanos completos pues sin duda nos darán para más notas en el futuro.
Seguiremos informando mientras nuestros órganos lo permitan.