El domingo dará nuevas declaraciones
Desde Iztapalapa para el mundo.- Después de una cena emotiva en la que trece individuos se sentaron todos del mismo lado (pidieron mesa para 26), y luego de que Jesucristo avisara que sería traicionado por uno de ellos, al día siguiente todo terminó mal, muy mal, como ya lo reportamos en este confiable sitio.
El caso es que Jesús se vio condenado a sufrir cientos de azotes ante miles y humillaciones públicas mientras miles de personas lo grababan con su celular y compartían tales vejaciones en sus redes sociales. Incluso la televisión abierta realizó una transmisión especial para que todos (los que aún no han descubierto las computadoras y el internet) estén enterados del bullying del que fue víctima Jesús.
Lo más conmovedor de este evento no fue la corona de espinas, ni la cruz, ni las personas llorando, sino las últimas palabras de Jesucristo, que fueron: “Pilato, cámate pofavo”, con esta frase, el Cristo de Iztapalapa ha cautivado a todos sus espectadores que aplaudieron tal declaración y la apoyaron exclamando: “sí, Pilato, te mamas, al chile, bájale de güevos, ya estuvo”.
Según información filtrada, Poncio Pilatos es un importante elemento de la Policía Federal, quien ha aprovechado su poder e influencia para castigar al líder de un grupo de revoltosos que, supuestamente, luchan por la paz mundial y esas cosas.
Una vez aprobada la Ley de Seguridad Interior, Poncio Pilatos y otros policías recibieron la orden de castigar a dichos rebeldes para “reestablecer el orden en nuestro país”. Por tal motivo, Pilatos tuvo el permiso de azotar a Jesús de Iztapalapa “nomás para darle una calentadita”, expresó el mismo Poncio.
Después de muchos azotes, fue cuando el agotado Cristo iztapalapense exclamó sus célebres palabras que quedarán marcadas por los siglos de los siglos amén: “Pilato, cámate pofavo”.
Fuentes del centro de Coyoacán dicen que esta misma frase la ocupó Jesús en la última cena:
