La culpable de tu sobrepeso
Tu infancia.- Ser niño tenía muchas ventajas y de las pocas cosas que no rifaban tanto era ir a la escuela, pero incluso eso tenía ciertos placeres. Salir al recreo o jugar con tus amigos es algo que indudablemente te provocó alegría, aunado a toda la comida chatarra que comías.
Tu dealer de confianza se encontraba afuera y la podías conectar todos los días a salida. Nos referimos a la señora de los dulces, esa viejecita que vendía golosinas chidas y baratas (y uno que otro juguete), así que para recordarla te presentamos 8 de sus principales características:
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