Cuando abres un bote de helado y realmente tiene helado
Ex-DF.- En México la desigualdad social es una realidad que aqueja a más de dos terceras partes de la población nacional. A pesar de ello el pueblo mexicano se distingue por ser alegre y no perder la capacidad de asombro por las pequeñas cosas que la vida te da.
No importa tanta corrupción, prófugos, casos sin resolver o deudas externas que puedan con la felicidad de un connacional encontrando dinero en la calle. Pequeños milagros que, a falta de la aparición de una rosa, el Deforma ha tenido a bien enlistarlos.
Comencemos:
1. El mencionado caso de encontrarte dinero en la calle. Simplemente indescriptible, mucho más cuando te hacía falta para completar para la torta de tamal.
2. Ya vas tarde, estás en el metro o en el camión, pero encuentras lugar. La leyenda dice que si te pasa puedes pedir un deseo.
3. Cuando tuviste un dinero extra para echar el piso a la casa y el perro pasa por encima, pero lo hiciste con Cemex y ya había fraguado.
4. Ya llegas bien tarde a la taquería, pero todavía tienen de tripa.
5. Cuando te quieres dar un lujito y te compras algo más allá de tu presupuesto y te lo cobran más barato.
6. Doña Pelos amaneció de buenas y te mandó de pilón otra gordita.
7. El metro puede ser caprichoso, pero no hay felicidad más grande que llegar y encontrarte con que alcanzaste el metro vacío.
8. Cuando abres un bote de helado de tu refri y realmente tiene helado. ¡Milagro!
9. Milagro Godínez nivel ganarse la lotería: que aunque llegaste tarde, el checador te dejó poner la hora en punto.
10. Cuando el noble conductor de la unidad de transporte dice que luego le pasas el peso que te faltó o en su defecto están protestando en el metro y te dejan pasar gratis.
11. Cuando descubres que tu billete de 20 estaba pegado con otro billete de 20 y ahora tienes el doble de dinero. ¡Alabado sea el señor!
12. Cuando te cicatrizaron chido las rodillas luego de tu peregrinación a la Basílica.
13 Cuando están asaltando pero por traer tu playera del América te la perdonan.
14. Cuando empeñas tu cadena de oro y te dan más dinero de lo que esperabas.
