“¿Esto es arte o me lo puedo comer?”
Frutería artística.- Un joven se comió un plátano en un museo sin sospechar que era una “obra de arte” que estaba exhibida en ese momento.
La “obra” nombrada como “El Comediante” estaba siendo mostrada en el Museo de Arte Leeum en Seúl (Corea del Sur) cuando en eso un estudiante de artes andaba por ahí visitando el lugar, y se le hizo fácil agarrar la fruta que estaba pegada en la pared para comérsela.
Un estudiante de arte se comió la obra de #MaurizioCattelan llamada ‘Comediante’, valorada en 120.000 dólares, que consiste en un #plátano fresco pegado a la pared con cinta adhesiva. Aquí te damos todos los detalles ⬇️ https://t.co/8FWxYyux0v
— tapasmagazine (@TapasMagazine) May 2, 2023
Para su mala fortuna, la fruta era una obra “icónica” del “artista” Maurizio Cattelan que ante la falta de talento para dibujar o tallar, pega comida en las paredes y las hace pasar por arte.
Fue entonces, que el joven en cuestión pasó por el pasillo de las frutas y verduras, tomó el plátano y se lo empezó a comer, “destruyendo” por completo la obra de arte expuesta.
“El estudiante le dijo al museo que se lo comió porque tenía hambre”, explicó un portavoz del museo a los medios luego de que la banana quedara a medio comer.
Cattelan tiene fama de vender este tipo de obras a los museos, aunque tal vez las exposiciones no han de durar más de dos días por aquello del ciclo natural de las bananas, y pues esta en cuestión duró en cuanto se puso madura.
Museo de Seúl. Un estudiante destroza la obra de arte, de incalculable valor (2,79€/Kg +/-), llamada “Comediante” del artista italiano Maurizio Cattelan. (Que consistía en un plátano pegado a una pared) pic.twitter.com/tJWtlO7r9R
— No Habrá Paz † (@_SantosTrinidad) May 1, 2023
De hecho, el artista ha hecho otras obras del estilo como cuando presentó un inodoro de oro de 18 kilates titulado “America” y lo vendió en 6 millones de dólares, confirmado aquello que el arte moderno es como una tintorería.
Hasta el momento, el museo no ha explicado qué pasará con el sujeto que se anda comiendo las obras de arte, aunque tal vez vayan a la frutería para recuperar la bella pieza engullida, y en una de esas hasta una sandía tipo Da Vinci puedan conseguir.
