Un poco de destrozos, todavía sirve, todavía sirve…
Aduana del terror. Un sujeto intentó pasar una videojuego valuado en 122 pesos por la aduana pero se lo terminaron destruyendo los agentes.
Se trata de un Pokémon Edición Amarillo, el cual según la medición ñoña cuesta más de 6 mil euros, lo que traducido a divisa mexicana son más de 122 mil pesos; y justo ese videojuego se trata del que la Aduana de ls Estados Unidos destruyó cuando un desdichado intentó cruzarlo.
Being sick in bed has its advantages…#Pokemon #PokemonYellow #ThrowbackThursday pic.twitter.com/OeY9da6B3C
— Noah Watry 🪦 (@NoahWatry) January 12, 2023
“Este videojuego se ve muy sospechoso”, han de haber pesando los aduaneros
Las imágenes gore fueron subidas a las redes por el usuario afectado que creyó que podría cruzar sus valiosas pertenencias por la aduana dando por hecho que le tocaría semáforo verde, y cual va siendo su sorpresa que le tocó de esas revisiones de rutina en donde los aduaneros se ponen como locos revisando todo no vaya a ser que dentro del jugo hubieran metido azúcar glas.
Tan viral fue el hecho, que el propio Stephen Kick, CEO de Nightdive Studios y desarrolladores entre otros juegos, compartió el “terrorífico” hecho en sus cuenta personal de Twitter.
Friend of mine received this sealed and graded original copy of Pokemon Yellow…
US Customs:
Broke the acrylic case
Ripped and discarded the seal
SLICED the front of the box offMaybe they weren't fans of @TheWataGames ? pic.twitter.com/lGs1qC1RIF
— Stephen Kick (@pripyatbeast) January 19, 2023
Los aduaneros ansiosos de tener algo que reportar, no solo rompieron la caja de acrílico en la que se mantenía intacto el videojuego sino que también la caja del juego sí, el cual era (es) considerado en el mundo de los coleccionistas como una de las piezas más valiosa del mundo gamer.
La situación ha creado todo tipo de comentarios de personas que están indignadas con el abuso de los agentes, pues si tanto querían revisar el interior de la caja, la pudieron haber pasado por los rayos X, pero con eso que el acrílico no permite que los perros detecten olores (dicen), pues se pusieron como locos.