Emilio Lozoya ya tiene prisión preventiva y ahora sí va a estar difícil que se salga a cenar

Emilio Lozoya ya tiene prisión preventiva y ahora sí va a estar difícil que se salga a cenar

por Adolfo Santino
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Hasta el pato al horno se le atoró

Restaurante de lujo.- El ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ya tiene prisión preventiva en su contra y ahora sí va a estar difícil que se salga a cenar.

Lozoya, quien ya estaba detenido en España y que fue extraditado hace ya varios años a nuestro país para seguir un proceso judicial en su contra por estar implicado en un red de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht, habría entrado en el Reclusorio Norte luego de que un juez federal le dictara prisión preventiva y tras rechazar una maniobra legal de sus abogados para pedir “criterio de oportunidad”, que según el juez “solo tenía como intención dilatar y obstaculizar el proceso en su contra”.

Emilio podría pasar 35 años en prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, cargos que le podrían catafixiar en caso de que se acuerde de nuevas cosas que implicasen a actores políticos opositores al actual gobierno.

El ex director de Pemex lleva ya varios meses en el centro del debate político, y justo cuando parecía que ya nadie se acordaba de él, que se le ve muy campante cenando en el restaurante de lujo Hunan, lo que parece que calentó los ánimos en su contra y provocó que los jueces se pusieran a trabajar para ver por qué anda como si nada en la calle.

El abogado de Lozoya, Miguel Ontivero, declaró afuera del reclusorio lo siguiente:

“Estamos ciertos que la vía es el acuerdo con la Fiscalía de la República, confiamos en los jueces. (Lozoya) está muy tranquilo muy confiado y vamos a trabajar para el acuerdo de reparación del daño”, ha declarado a su salida del penal. El litigante aseguró que en la audiencia se ofreció a Pemex una propuesta de reparación del daño para que proceda el criterio de oportunidad por lo que esperan que puedan reunirse a la brevedad con los abogados de la petrolera estatal”, lo que traducido al cristiano significa que Lozoya sigue tomando sus pastillas de Gingko Biloba y ya se acordó de nuevos hechos.

 

Hablando de ratas: Una mujer adornó la jardinera afuera de su casa con flores de cempasúchil y grabó como en un día se las robaron todas.

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