Centennials descubren el vivir solos, perdón por todo gfcita
México.- Ser independiente es el sueño de cualquier persona, le vaya o no al América, todos tenemos derecho a ser libres y expresarnos como queramos. ¿Pero qué pasa cuando ya no están nuestros papás en la casa para decirnos qué hacer y cómo hacerlo? Ahí, estimado lector, es donde entra la libertad, ya no te dicen todo el día tus tareas domésticas dentro y fuera de la casa, sientes un aire de poder hacer lo que quieras, cómo no, pero el mundo es tan cruel, que esa libertad siempre vendrá acompañada de muchas responsabilidades de hueva, una tan grande, que al mismo tiempo de llegarte, te hace pararte y hacerlo tú porque esos calzones que traes puestos ya llevan 4 días ahí mismo y nadie te los va a lavar, ¿pero querías vivir solo no?
Ser independiente está sobrevalorado
Razón por la cual, nos vimos en la necesaria tarea de puntualizar 7 puntos muy básicos y muy comunes, sí, pero que cuando son una realidad, te pega en la cara como agua en estadio y en donde la frase “si no lo haces tú, no lo va a hacer nadie más” que bien te decía tu gfcita en su momento, ahora sí cobra sentido y entiendes, justo en ese momento cuando dejas de ser un morrito bien meco cazando pokemones y te conviertes en un macho alfa en búsqueda del mejor lugar de tacos para desayunar.
Lavar la ropa.
Cuando uno ya vive solo y vas viendo cómo se apila la ropa en la esquina de tu cuarto y nadie se la lleva a lavar, en ese momento es cuando sientes el peor de los miedos: no se va a lavar sola. Y recuerdas esas palabras de tu mamá y hasta extrañas el simple hecho de llevársela a que la lave o mande lavar si andabas de whitexican.
Lavar los platos y limpiar tu cuchitril.
Mínimo te hacían llevarlos a la cocina y echarles tantita agua, pero cuando ya no hay nadie en esa cocina más que tú y tu gato, es donde agarras bien el pdo y no te queda de otra más que lavarlos o comprar desechables. Lo mismo pasa cuando ahora en vez de estar viendo memes, ya estás viendo qué aspiradora comprar.
Pagar los recibos de agua, luz, gas, internet, etc.
¿Qué esos no se pagaban solos? ¿O sea, pues quién es el dueño de la luz no mams?
Despertarte para el trabajo o la escuela si ya eres muy acá y estudias y vives solo.
Cómo extrañamos a la jefa cuando abres tus ojitos y ves en el reloj que ya son 9:33 am y tu hora de entrada a la escuela o trabajo era a las 9, antes te despertaban con tu rola de los Caballeros del Zodiaco, un huevito revuelto y tus buenos días, hoy nada de eso existe ya.
El SAT.
Y todo lo que conlleva ir a él, estar en él, escribirle a él, pensar en él o entenderle a él.
La gasolina.
Cuando ya vives solo y te mueves solo, pero eres lo suficientemente privilegiado para tener tu propio carro, la gasolina resulta un gasto orbital cuando solo te alcanza para una maruchan y tus nachos.
La comida.
Ah, esos manjares de tu jefa por la noche, cuando con una sonrisa de oreja a oreja te llevaba tu lechita y quesadillas y aparte, te recogía el plato a tus 25 años, hoy ni quesadillas ni lechita ni nada, aprendes a administrar tu varo de tal manera que desayunas tarde y cenas temprano para solo aplicar 2 comidas al día y ahorrar, en algunos casos se puede integrar una botana intermedia por la tarde, ¿topas o no topas?
Sabemos que hay miles de millones de cosas más, así que ya pusimos a nuestro velador a revisar todos tus comentarios para que nos compartas los momentos que pienses son igual a estos que te acabamos de compartir amablemente desde nuestra humilde redacción.
