También sus sueños e ilusiones
México.- Francisco Robles, mejor conocido como “el Pachorras”, decidió este año ser más realista y colocar en su ofrenda todo aquello que ya se le murió: su anhelo de titularse, su vida amorosa, su estabilidad económica, su proyecto de tesis y su vida social.
El Pachorras declaró que el año 2020 ha sido tan cruel y sádico que mejor ya se hizo a la idea de que las cosas no van a cambiar. Así que, de una vez por todas, abandonó las motivaciones que lo mantenían con esperanza, y puso en su ofrenda sus sueños e ilusiones, pues los caminos de la vida no son como él pensaba, como los imaginaba…
O sea que el Pachorras ya anda en plena crisis de los 25 años, por lo cual ya le dio hueva titularse, siente que no encontrará el amor y que nunca tendrá solvencia económica para irse a rentar en la Narvarte, goe. (Uy, y espérate a que llegues a los treinta).
Su ofrenda es un homenaje a las promesas rotas
Desde muy temprano, el Pachorras colocó en su ofrenda su proyecto de tesis (el cual era nomás el marco teórico), los regalos que le dio su exnovia y su alcancía de cochinito donde pensaba ahorrar cien mil pesos para irse a vacacionar a las Europas.
“No, ya no quiero nada…”, expresó sensiblemente el Pachorras. Después, se puso a llorar y se hizo bolita en la cama, esperando a que su mamá terminara de hacer el chocolate para bajar a cenar un rico pan de huevo de muerto.
Por su parte, la mamá del Pachorras puso en su ofrenda la ilusión de ver a su hijo titulado y con un empleo estable. “A ver si por lo menos le dan muchos dulces ahora que vaya a pedir su calaverita”, concluyó esperanzada la mamá del chamaquito de 25 años.
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