Víctimas del mundo, nos dicen
México.- Todos conocemos a una persona quisquillosa que siempre mira dos veces cualquier cosa antes de hacer algo. Son amigos, son compañeros de trabajo, son hermanos, y hasta son uno mismo, claro que sí.
Es momento de notar a esa persona que no logra comer de corridito ni una sola vez y tiene que estar constantemente revisando su platillo, quitando esto, moviendo el otro, para después decir “estuvo más o menos”.
¿Tiene sus beneficios estar con alguien así? Sí, puede que un quisquilloso llegue a salvarte la vida si nota que hay un dedo en tu sopa, pero normalmente pasan desapercibidos porque al único que dañan es a ellos mismos.
Así que pasen a ver este listado, inviten a sus amigos a ser menos quisquillosos y disfrutar más la vida. O no. Déjenlos en paz, repito, solo se limitan a ellos mismos.
Ahí les va el listado.
1. Odiamos las piezas de pollo porque hay que quitarle el pellejo amarillo
2. Espulgamos la carne dura o pellejos de los tacos hasta terminar con una miseria de carne con tortilla
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3. No hay lugar de comida en el que te sientas 100% seguro
4. Por alguna extraña razón, siempre nos toca el pelo
5. Por alguna extraña razón, somos de mano flaca
6. Una de las preguntas que siempre hacemos es “¿en serio te vas a comer eso?”
7. La pancita es igual a “caldo de chancla”
8. Le caemos mal a las mamás por decir “perdón, es que no como eso”
9. En el momento en que la comida sale del plato, ya no la quieres
10. Crees que no estás mal porque siempre hay alguien más roñoso que tú
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