Aguántese, mijo, aguántese
Internet de la Educación.- Desde Chile nos ha llegado un simpático video donde vemos a un profesor enojado y regañando a sus alumnos. En parte, los reprehende por no tener los medios para realizar una videollamada, pero también se enoja porque le piden ir al baño.
Tan fácil que desactivar la cámara y el micrófono para darse una escapadita y hacer las necesidades propias del cuerpo. Pero quizás el profe exige que nadie se desconecte y todos tengan encendida su cámara. Adelante con el video:
https://youtu.be/13kqaKWiWPI
Tiempo para estudiar y tiempo para ir al baño
¿Y si tu primo, tu tío o tu vecino no tienen lana para apoyarte con un micrófono? ¿Ya te amolaste y reprobaste esa asignatura? ¿Y si es tanta tu urgencia de ir al baño que no te puedes aguantar y pasa una desgracia? Además, ¿quién puede concentrarse cuando necesita urgentemente ir a miarbolito?
Ahora hagan equipos de uno y discutan con su amigo imaginario si el cuerpo humano puede soportar una hora y veinte minutos aguantándose para no ir al baño. O si eso es anatómicamente imposible. ¿Y si ese profe es de Anatomía? ¿O de Ética?
Bueno, ésta es sólo una historia más de las cosas que pasan cuando tomas clases en línea. Acá te dejamos otras experiencias que seguro ya viviste durante la videollamada. La moraleja es que, aun cuando estés estudiando desde casa, nunca faltará un profesor estricto que recordarás toda la vida. ¿Te hará un bien? ¿Te hará un mal? Eso lo sabrás cuando te titules, si pasa algún día.
Ya luego tú crecerás y, si te dedicas a la docencia, podrás desquitarte con tus alumnos, o cambiar esa tradición y volverte un profe barco. O quizás podrías empezar siendo bien buena onda, y luego… pum, ¡nadie puede ir al baño!