La naturaleza reclama lo que siempre fue suyo
Coahuila.- En las inmediaciones del Periférico Luis Echeverría, una noticia irrumpió la tranquilidad de los automovilistas a medio día. Casual, un día aumenta el tráfico porque todas las vacas, creyentes de la anarquía en su forma más pura, escaparon del camión que las privaba de su libertad. La fuga tuvo lugar en uno de los lugares más concurridos del lugar, pero no somos nadie para juzgar la revolución de otros.
El plan llevaba cultivándose más de 12 semanas. Tres fueron los responsables de comenzar el motín. Justo cuando los contenedores estaban ausentes de vigilancia, la orden de escape comenzó. Hoy es el día que comienza mi nueva vida, imaginamos que pensó una de ellas si pudiéramos entenderle. Distintos videos del momento salieron a la luz.
El chofer, preocupado por la evidente alarma en medio del caos, pidió ayuda a los cochistas para traer de vuelta a los animales. “Sí carnal, mira, no quiero que me atropellen”, debió pensar más de uno. Sin embargo, los buenos somos más y varios civiles salieron de sus vehículos, tomaron sus cuerdas o lo que estuviera a la mano y dieron caza a los fugitivos vacunos.
La carrera por el resto de la vida había comenzado.
La libertad. ¿Realmente está con nosotros o solo es la ilusión de que un día volaremos? Tristemente la noticia no acaba con estas tres heroínas volviendo a sus tierras. Gracias a la ayuda de buenos samaritanos, los animales volvieron al contenedor, su prisión. Su destino podemos casi determinarlo.
Quizá hoy perdieron pero, finalmente, ya nada será como antes. La chispa de la rebelión despertó en cada una de ellas. Esperamos escuchar noticias de las vacas y otros insurgentes muy pronto. Las noticias de la llegada. La libertad está en casa.
