Todos las dicen, pero nadie admite hacerlo
Sala del Café.- Tal vez pensabas que eras el único que maldecía en el trabajo, pero resulta que no es así. Un estudio encontró que las personas dicen en promedio diario 11 blasfemias, groserías, malas palabras o altisonantes, lo que da un total de 55 a la semana.
Y es que quien puede resistirse a no expresar nada cuando se acaban las grapas, se atoran las hojas en la impresora, huele al atún en el cubículo de al lado, o simplemente, porque llega el jefe a pedirnos algo 5 minutos antes de terminar el turno…
Este muestreo fue hecho en Inglaterra, y según el estudio realizado por 4com, ese número es el promedio, habiendo por supuesto gente más calladita y por supuesto, los más expresivos.
Aunque psicólogos y otros charlatanes han asegurado que el decir malas palabras tiene efectos catárticos y para asegurar la concentración en el trabajo, la mayoría de las personas no gustan de escuchar a sus compañeros decir palabras altisonantes, aunque ellos mismos sí las profieran.
Sorpresivamente, el sector que más se va de la lengua son los puestos directivos y administrativos, lo que tal vez sugiere que este tipo de expresiones tiene que ver con el grado de responsabilidad en el trabajo.
De manera hipócrita, el mismo estudio encontró que sólo 1 de cada 10 trabajadores confiesan decir groserías durante su horario de trabajo, pero el 25% aseguran escuchar constantemente blasfemias de los demás. Sí, esto confirma que todos vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el nuestro.