Para que traten bien a sus hermanitos…
Paraíso Perdido.- Resulta que había dos hermanos que no eran norteños y por lo tanto, no se llevaban bien. Ambos recibieron una herencia de su padre (cosa que los de esta generación ya no sabemos ni qué es), pero el hermano mayor se agandalló la mejor parte dejándole a su hermano un ‘tríángulito’ inservible arquitectónicamente hablando.
A pesar de que el ‘hermanito’ quiso hacer entrar en razón al carnal abusivo, nada se pudo hacer, y así cada quien se quedó con su pedazo de terreno ubicado en el Líbano.
Paso el tiempo, y ambos crecieron, y como si fuera parábola bíblica, al hermano menor le fue mucho mejor que al otro, y lo primero que hizo al tener dinero, fue mandar construir en el terreno que había tocado, un ‘edificio’ todo feo en forma de muralla cubriendo por completo la vista al mar que su hermano tenía desde su terreno, y que tanto le gustaba.
Hermano vs Hermano: estirpe de tragedias
El armatoste que construyó tiene en su parte más angosta, 60 cm de frente y 4 mts en la parte más ‘ancha’, pero fue aprovechado por el desheredado para hacer una horrenda construcción con la firme intención de arruinarle la vida a su hermano abusón.
A pesar de lo pequeño de la estructura, ésta ha sido utilizada como burdel, y actualmente se renta como departamentos con un olor peculiar.
A pesar de los intentos legales del brother ‘afectado’ y de varios vecinos, no se ha podido hacer nada para remover la construcción en forma de muralla, y actualmente es un atractivo turístico que incluye ver la cara de amargura del carnalito mayor.