Se nos fue Celso Piña, el rebelde del acordeón, y ya está haciendo carnita asada con Dios

Se nos fue Celso Piña, el rebelde del acordeón, y ya está haciendo carnita asada con Dios

por Gazapotl

FUE A TOCARLE CUMBIA A DIOS

Meméxico.- Grandes pérdidas en el mundo del espectáculo han golpeado a últimas fechas a todos los mexicanos, quienes nos seguimos preguntando ¿Por qué no se lleva Dios en su lugar mejor a Mauricio Clark? Y es que esta tarde han confirmado la muerte de un grande de la música nacional: Celso Piña falleció en su natal Monterrey, Nuevo León tras sufrir un infarto al miocardio.

Celso, conocido como “El Rebelde del Acordeón“, se encargó de llevar la cumbia a los estratos más fifís de nuestro territorio, pionero en la incursión de mezclar géneros mucho antes de que los Ángeles Azules lo hicieran mainstream, logró colocarse entre el gusto del público.

Cumbia sobre el río, tal vez su tema más escuchado, es una colaboración con las leyendas del hip hop nacional Control Machete y Blanquito Man, vocalista de la banda King Changó, el cual también falleció en 2017 tras una dura batalla contra el cáncer.

Acá la rolita para que que bailes al estilo chuntaro y derramas una lágrima en honor al Rebelde del Acordeón:

Celso Piña abandonó el mundo terrenal a la edad de 66 años, luego de sufrir un infarto y a pesar de ser trasladado de emergencia al hospital San Vicente, no logró sobrevivir al evento, por lo que rápidamente las redes sociales dieron parte de su deceso:

Apenas en marzo pasado Celso lucía de buen humor al echarse un palomazo de “Los Caminos de la vida” en París, Francia, llevando su música a Europa en un Tour llamado “Cumbia por el mundo”

Acá un poco del Tour europeo de Celso, luego de ocho años de no presentarse en el viejo continente:

Sin duda habrá quienes digan “¿Y ese quién es?” pero seguramente son aquellos que no recibieron ácido fólico durante su gestación, desde aquí despedimos al gran Celso Piña, el cual seguro fue reclutado por Dios para una buena carnita asada acompañada de CUUUUMBIA.

ADIÓS VAQUERO…

 

 

 

 

 

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