Creyeron que era chairo, y resultó ser fifí
La calle.- No hay duda que la malicia tiene muchas formas, y el día de hoy cobró forma de suave lomito de color blanco con manchas negras, el cual se hizo pasar por un verdadero “Lobo de Wall Street”, ya que engañó, engatusó y estafó a toda una facultad de estudiantes en Argentina.
Su nombre era Perro Vaca, o al menos así fue como lo conocieron los inocentes estudiantes en la Facultad de Derecho en la Universidad Nacional del Rosario, quienes le dieron alimento durante meses, al observar su dulce rostro, su cuerpecito flaco de callejerito, y sus irresistibles aventuras dentro de la institución.
1. El kksss kkssss le pusieron primero, hasta ya entrados en confianza
2. Se integró fácilmente a la vida semi progre de la universidad al asistir a marchas y manifestaciones pacíficas
3. Hasta tuvo más méritos que tú en toda tu vida académica
Sin embargo, ni todos sus logros, ni su popularidad como buen chico entre los estudihambres logró el nivel de viralidad que le dio la siguiente noticia. El Perro Vaca fue un vil y descarado ¡FRAUDE!
Poco a poco, las personas que le deban alimento comenzaron a revelar su doble vida. El perrito con el que creyeron hacer una conexión del hombre con la naturaleza, tenía una casa, un dueño y un plato de comida al que podía acudir en todo momento.
La decepción. La traición.
Hasta videos le tomaron en otro caso tipo “Infieles” con Joey Greco, mucho antes de Badabum.
— MANA (@manadigiur) 29 de junio de 2019
Pero no juzgueís o sereís juzgados, hermanos, ya que su historia defiende su mentiroso estilo de vida. Su dueña explicó que hace un tiempo, “Blanqui” y otro perrito fueron rescatados por ella y su pareja, dándoles un cálido hogar para quedarse. Al morir su fiel amigo, Blanqui se deprime estando en casa, por lo que sus dueños decidieron abrirle la puerta, y monitorearlo dentro de su localidad gracias a la ayuda de amigos y vecinos.
Blanqui ha encontrado la manera de regresar siempre a casa, y sus dueños respetan por completo su libertad. Pfff y tú que no dejas a tu french cruza con maltés ni asomarse por la ventana.