Vaya y dígale eso a su madre, dijo su majestad
El Reino.- Después de pelearse con México, Canadá, y hasta miembros de su propio país, Donald Trump decidió tomar uno de sus múltiples aviones y volar para olvidar sus problemas. En el viaje se quedó dormido más de lo normal, por lo que al despertar se levantó desubicado y confundido.
Mientras su equipo de consejeros intentaba avisarle que se encontraría con la Reina Isabel del Reino Unido, Trump visualizó a lo lejos una cabeza blanca como las nubes de un ser pequeño y encorbado. Por supuesto, pensó de inmediato en el pleito que se trae con México y asumió que era Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido por él como Juan Trump.
Durante 24 horas, Donald Trump llamó a la reina Juan, mientras la reina lo miraba con sonrisa pasiva-agresiva, y pedía a sus brujas reales por favor le lanzaron algún hechizo para que se callara, o se muriera, lo primero que ocurriera. Sin embargo, el Trump no se detuvo hasta que le dieron una orden de los tacos de tripa de borrego.
Mientras tanto, el presidente gringo se fue al hotel para mandatarios oficiales y se quedó dormido mientras se rajaba los muslos con un pedazo de navaja repitiendo “eres una puerca Trump, maldita basura, me das asco”, método de relajación que el presidente de Estados Unidos aplica todo el tiempo.
Por su parte, AMLO contestó: “que no soy AMLO, soy la reina”.