“Si ya saben cómo me pongo, pa´ que me invocan”, aseveró
México.- La temible y poderosa deidad de la lluvia, Tláloc, declaró en conferencia de prensa que los chilangos deberían tener cuidado cuando lo invoquen tendiendo la ropa en la azotea o haciendo sacrificios de guajolotas en su honor, puesto que podrían arrepentirse posteriormente.
“Primero están bien salsas invocándome y chillando porque hace mucha calor, pero luego que les mando unas nubecitas bien pesadas se ponen de delicados quesque por las inundaciones. Al chile, si no me van a aguantar, mejor ni me invoquen”, explicó encolerizado el dios.
A pesar de las advertencias, muchos chilangos han desafiado la palabra de Tláloc y han solicitado su divina y suprema intervención en estas contaminadas tierras del Valle de México, ya sea por medio de sacrificios, rituales paganos, o incluso hashtag para ejercer presión y persuadir al dios de la lluvia mexica.
“Tenga usted la bondad de servirnos con algunos metros cúbicos de líquido vital, suministrados pluvialmente, a fin de que la metrópoli goce de sus favores y pueda refrescarse”, pidió Brayan López, habitante de Iztapalapa, mientras colgaba su playera del América como ofrenda para Tláloc.
Sin embargo, algunos chilangos cobardes han insistido en que las invocaciones a Tláloc podrían despertar la furia de este dios, lo que traería como consecuencia grandes inundaciones en toda la Ciudad, “del caos de la contingencia pasaríamos al caos de la inundación, goe, esto está horrible, diosito ya llévame plis”, sostuvo un millennial apocalíptico chilango.
Por su parte, la comunidad fifí del Valle de México responsabilizó a las políticas de austeridad de AMLO por la mala calidad del aire. “AMLO está adquiriendo aire de mala calidad para ahorrarse unos cuantos pesos, y los afectados somos nosotros que debemos respirar ese aire naco que huele a Estado de México guácala”, concluyó un fifí.
