Y pensabas que era normal
Pizarra vital.- A lo mejor nunca lo notaste, pero las excentricidades de tus profesores en la preparatoria (y en la universidad) nunca fue parte de sus prerrogativas como docentes, pero aún así lo hacían sabiendo que nadie diría nada.
Estas son algunas cosas sintiéndose ‘cacas grandes’ o ‘vacas sagradas’ hacían cuando te daban clases y que no debían:
1. Arrojar gises. Por muy asimiliado y tolerado que lo tengamos, no es un derecho que nadie tenga, y menos en un salón de aula. El código penal lo tiene tipificado como un equivalente a sacar la lengua.
2. Pasar lista al final. No, la lista es en los primeros 10 minutos de clase. De hecho, no se debería pasar lista, es problema del estudiante si va o no.
3. Hacer exámenes sorpresa. La libertad de cátedra no incluía enloquecerse ni pasarse la currícula por el arco del triunfo.
4. En la universidad era muy común que en los exámenes hubiera varias preguntas en una sola, y si sacabas una mal de todas, te ponían ‘medio’ o toda mal. No, le pudiste haber gritado.
5. Burlarse de algún compañero. Lo hacían impunemente.
6. ‘Todavía no termino de calificar todos los exámenes’. No había revisado ni uno. Sí, tenían plazo límite pero les valía.
7. No, la mirada a las piernas de las alumnas no era parte de sus prerrogativas.
8. Llegar tarde y esperar que todos estuvieran en el salón esperándolo.
9. Aunque no está regulado por ninguna reforma educativa, sentarse en el escritorio debería estar proscrito para evitar abultamientos innecesarios.