Veganos únicos y detergentes no lo aceptan en su comunidad
Ciudad de México.- Ramón Gutiérrez, joven chiapaneco que desde el año pasado llegó a estudiar Letras a la Ciudad de las Guajolotas, reveló que lleva tres meses de veganismo obligatorio, debido a que no le ha alcanzado para comprar un poco de jamón, queso, huevo, ni mucho menos un bistec.
“Sólo me alcanza para comer nopales, frijolitos, tortillas y a veces un bolillo, el resto del dinero que me mandan mis papás se me va en pagar la renta de mi cuarto, que son como cuatro mil quinientos al mes”, explicó el estudiante chiapaneco, mientras se comía un taco de sal.
El joven afirmó que de vez en cuando le alcanza para comprar una lata de atún, pero que este producto no ocasiona que deje de ser vegano, puesto que el atún es en realidad soya enlatada con un poquito de agua.
Algunos de sus compañeros de escuela, que son únicos y detergentes y aprovechan cualquier momento para gritarle al mundo que son veganos, rechazaron el “veganismo obligatorio” de se compañero chiapaneco, y le dijeron que los veganos son personas superiores que elijen libremente el veganismo como forma de vida, y no por ser pobres.
El joven de Chiapas lamentó su veganismo forzado y prometió que hará todo lo posible para que AMLO le dé algún apoyo con el que pueda, por lo menos una vez al mes, comprarse unos tacos afuera del metro. “Es que ya extraño comer carne, pué, así no se puede vivir”, concluyó entristecido.