Carísima, por cierto
México.- César Valdés, joven de 24 años único y detergente sin gluten ni popote, deconstruido, vulnerado, ofendido, emergente, con Nutella, tatuaje de infinito, tenis Panam y un buen libro en las tardes de lluvia, anunció en conferencia de redes sociales que lleva dos sesiones de terapia psicológica para curar heridas del pasado y aceptarse tal como es, así como para ser aceptado en su círculo de amigos.
“Me ha servido mucho la terapia, gracias a ella tengo tema de conversación y puedo tuitear al respecto en esos días donde todo está medio aburrido en las redes sociales y nadie desarrolla ningún hashtag que nos ayude a construir un mundo mejor”, comentó orgulloso el millennial.
Varios de sus compañeros aplaudieron la decisión de César y dijeron que “ya se había tardado”, pues muchos llevan más de un año en terapia y aseguran que el “Teraping” es la nueva tendencia que está causando furor en los millennials.
“Qué perro oso, mi terapeuta me dijo que todo lo publico en redes sociales porque tengo una necesidad de reconocimiento debido al abandono de mi padre, jajsjsajaj”, escribió César en uno de sus tantos tuits para recibir alguno que otro “Fav” de sus seguidores.
Por último, el joven deconstruido afirmó que acudir a terapia le ayuda a discutir en redes sociales y le da licencia para exigirle a todos los que lo ofenden que “se paguen una terapia”, además de excusarse ante cualquier mala conducta diciendo que ya está “trabajando en eso con el terapeuta”.