En su último día, Peña se arma de valor y se le declara a Trudeau

En su último día, Peña se arma de valor y se le declara a Trudeau

por Lui

El final de un mandato, el inicio de un amor

Valle de los Enamorados.- A un día de que por fin se termine la larga noche neoliberal que duró nomás seis sexenios (así le dicen los chairos), Enrique Peña Nieto ha aprovechado muy bien sus últimas 24 horas como Tlatoani y, ahora sí, ya hizo su último viaje oficial, sus últimas peñanietinas de su mandato (al menos que mañana se le ocurra hacer otras), y su última aventura amorosa.

Del viaje oficial allá en la tierra de Cerati y de las metidas de pata ya lo hemos reportado puntualmente. “Pero, tío Deforma, queremos saber de su último lance romántico con Trudeau”, nos han comentado cientos de lectores. Así que aquí les va la historia.

Como todos sabemos, Peña Nieto tiene un tremendo crush con su homólogo, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Todo comenzó allá por 2016, cuando Trudeau llevaba pocos meses de mandato y se encontraron justamente en Canadá. Ante tal belleza, Peña quedó sin aliento y muy nervioso, lo que lo hizo cometer una de las más memorables peñanietinas de su sexenio.

Ahí comenzó todo el asunto amatorio. Ahí Trudeau y Peña Bebé caminaron de la mano juntos por primera vez. Bueno, no tan así, pero sí salieron a correr y a contemplar el bello paisaje canadiense.

Un año después, en una visita oficial de Trudeau a México, ambos políticos nos regalaron una de las mejores fotos que siempre quedará grabada en nuestros kokoros y que nos hace tener fe en el amor.

Pero todo llega a su fin, todo tiene caducidad, todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Y así es como finalmente a Enrique Peña Nieto le llegó su hora, por ello quiso aprovechar este último día de la mejor manera: viendo a Trudeau.

Fuentes en APA aseguran que Peña Nieto se armó de valor, y, en un inglés tembloroso e inentendible, le dijo a Truadeau algo así como “¿tons que, mi Yustin, se va a hacer o le tienes miedo al éxito?” Y luego ambos simplemente se dieron la mano sin que les importara el mundo, el TMEC, y la presencia inquisitiva de Trumpitas.

Y ya, no podremos seguir reportando al respecto porque mañana se acaba todo y lo que haga Peña Bebé con Trudeau ya será asunto privado, íntimo, secreto, misterioso y personal.

Adiós, vaquero…

 

 

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