La esperanza muere al último
Maméxico.- Por si comenzabas a creer que conseguir trabajo es una misión imposible en este país (sobre todo cuando en realidad no quieres trabajar), Andrés Manuel López Obrador, un joven que nunca se rindió hasta conseguir su primer empleo, ha llegado para darte la esperanza y el ejemplo que necesitas para seguir viviendo del erario público hasta cumplir 65 años.
Y es que el muchachón de AMLO no quería trabajar en ningún otro lugar que no fuera la silla presidencial. Jamás dejó de insistir para obtener el puesto que se fijo como objetivo desde un principio. “No importa qué tan duro des el golpe, sino cuántos logres resistir”, fue lo que le dijo su padre cuando nació.
Aunque en 2006 AMLO fracasó, pero nunca se rindió. Aprende algo dinero.
André Manu, como le decían sus amigos de la Uni, estudió la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM, la máxima casa de chairos, de 1973 a 1976, y no logró titularse sino hasta 1987. Así que ahora ya no te sientas culpable por no acabar la tesis, pues el próximo Presidente de la República se tardó más de diez años en hacerla.
Después de eso llegó el momento de pánico de todo fósil universitario, cuando se tiene que comenzar con la búsqueda del primer trabajo, lo cual resultó muy complicado para López Obrador pues sus aspiraciones siempre fueron acabar con la corrupción, cuando la corrupción es básicamente lo que sostiene a este país.
Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción como todo lo que dice AMLO.
“Es un muchacho moreno, con canas e intenso”: así lo describen las personas más cercanas a él, quienes admiran la juventud de Andrés y su determinación por ser el amo y señor de este país. “Cuando sea adolescente me gustaría ser como Amlibebé”, dijo Chabelo, quien tiene problemas para dejar el chupón.
Todo sacrificio tienen beneficio, y eso lo ha demostrado AMLO pues ahora que ya tiene trabajo los mexicanos dejaremos de ser pobres y comenzaremos a vivir como en Suiza, los chairos ya no se quejarán del mal gobierno y una luz se verá en el cielo de México, la cual indicará el fin de la corrupción y la obesidad de los mexicanos.
Sin duda el próximo presidente de la nación es un joven emprendedor que dará lo mejor a los mexicanos, como el suculento y tradicional atole con el dedo, para que ya nos olvidemos del PRIAN y nos enfoquemos en la transformación de cuarta que nos ha traído el PRIMOR.
