“El problema no es el narcotráfico, el problema es el racismo en Estados Unidos”, alegaron
Mundo frágil.- Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, ha sido puesto en libertad esta mañana luego de que el juez Johnny Sins se viera encasillado por centenares de millennials que consideraron abusivo, violento y ofensivo juzgar a la gente, sobre todo cuando son personas en situación de vulnerabilidad o víctimas de un sistema prohibitivo.
“Juzgar al Chapo es consecuencia del racismo, clasismo y xenofobia de nuestro país, antes de juzgarlo deberían revisar sus privilegios de hombres blancos heteronormados. No, no todo el mundo tuvo las mismas oportunidades; deberían pedir perdón y deconstruirse”, comentó Cristina Suárez, millennial líder de opinión en redes sociales.
Otros millennials aseguraron que el Chapo es víctima de un estado fallido que día con día cobra miles de vidas por la prohibición de las drogas, “así como se esfuerzan por condenar al Chapo, ojalá se esforzaran por discutir la legalización de las drogas”, dijo Estaban Ruiz, millennial que ya se amparó para fumar mota.
“El problema no es el Chapo, el problema es tu carácter discriminatorio, tu visión reducida de la sociedad, y tu forma de denigrar a les otres, a les olvidades, a les victimizades”, expresó otro indignado millennial, “a mí no me violenta el Chapo, lo que me violenta es la manera en que piensan y actúan lxs juecxs”, concluyó satisfecho mientras recibía cinco “me encorazona” y tres “me entristece” en su Facebook.
Asimismo, los millennials ejercieron una fuerte presión ante el sistema penal estadounidense al desarrollar los hashtag #ConElChapoNo, #TuXenofobiaMata, #DiscriminarEsViolento, además visibilizaron su indignación al reaccionar miles de veces con muchos “me emperra” en cada noticia que encontraban sobre el juicio del Chapo.
Finalmente, luego de recibir cientos de quejas parecidas a las anteriores, el juez Johnny Sins ordenó la libertad inmediata del Chapo y, a nombre del sistema penal de Estados Unidos, se disculpó con este hombre, e incluso se tomó una selfie con él para demostrarle a los millennials que ya se está deconstruyendo.
