Universitarios vuelven a ser estafados y se quedan sin banquete, fiesta ni dignidad

Universitarios vuelven a ser estafados y se quedan sin banquete, fiesta ni dignidad

por Redacción

Ojo aquí Rosa de Guadalupe

Meméxico – La temporada de graduaciones está cada vez más cerca, los pobres estudiantes se encuentran hartos de las tareas y eufóricos por comprarse su traje satinado, tipo Banda El Recodo, con zapatito de charol o su vestido con harto swarovski.

Graduación de CC de la UNAM 1993, colorizado

Con boletos pagados, ilusiones a tope y los trajes de baño en la maleta, te diriges a esperar el camión que te llevaría a tu prefiesta en Teques, pensando que lo peor que te podía pasar sería irte en un autobús guajolotero que no tuviera baño, pero al parecer no has aprendido nada de las estafas anteriores.

“Nos reunimos aquí en la universidad, se supone iba a estar un camión esperándonos para poder irnos de viaje, dio la hora y jamás llegó el autobús, no había nada”, afirmó Alejandra Gómez, ex alumna de la UPN.

Todos mecos estos batos, jajaj ¿si o no raza?

Tus amigos y tú se quedaron vestidos, alborotados y con una de una pérdida de 700 mil pesotes, pues los de Shabath, tu banquetera de confianza se robaron todo lo que 72 alumnos de la Universidad Pedagógica Nacional y sus 900 invitados juntaron con el sudor de su frente, según dictan los chismes confiables.

“A cada graduado nos incluía la cena de graduación, una prefiesta en un hotel en Tequesquitengo, y una pre fiesta en las instalaciones del salón, pero lamentablemente nada de eso fue real”, contó Javier Monsalvo, miembro del comité organizador de la celebración.

Los recién egresados ya fueron a hacer mitote y denunciaron en el Ministerio Público en contra del señor Hurtado alias “Antonio González”, quien es el presunto líder de los Shabat’s Eventos Sociales.

La famosa banquetera estafó al mismo tiempo a alumnos de la Fes Cuautitlán y la ESIA Zacatenco, pero los chavitos ya andan difundiendo por redes sociales con #FraudeShabats su triste historia para que nadie vuelva a salir herido, estafado ni se quede -como se dice por ahí- “como novia de pueblo”.

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