Fue sorprendido arrojando un certero cacahuate japonés
Norte de la ciudad.- El cantautor mexicano Fernando Delgadillo González fue puesto a disposición de las autoridades locales tras iniciar y protagonizar una batalla campal con proyectiles de golosinas en un cine ubicado al norte de la ciudad.
Alrededor de las 6 de la tarde, Delgadillo acudió acompañado de Julieta a una sala llena donde, de acuerdo con su declaración preparatoria, había acudido para ver un filme divertido y sentarse a un rato de sano humor.
De acuerdo al testimonio del cácaro, el cantante ocupó el asiento F15 y llevaba una bolsa de palomitas, los bolsillos repletos de gomitas y lunetas que a la postre serían utilizados como cuerpos del delito, así como su refresco, un helado y un embutido en pan alargado denominado “hot dog”.
“La película no era ni medio buena y el cine entero se ocupaba en bostezar de aburrimiento y de calor”, se justificó en su comparecencia ante el juez.
Según testigos de los acontecimientos, un niño identificado con el apodo de “El Aguacate” que estaba sentado en las filas de adelante habría comenzado a arrojar palomitas hacia atrás, las cuales cayeron en la zona donde se sentaba Delgadillo.
Con la intención de probar la vieja puntería, el compositor aventuró el primer disparo, impactando directamente en la madre del menor, una mujer de poca seriedad que respondió vengándose de la ofensiva y que, tras una breve ojeada, comenzó a arrojar palomas hacia atrás.
“Los misiles esporádicos dieron la idea a un montón de gente armada con sus propias golosinas que esperaban también ver algo de acción”, relató el cácaro, quien reconoció que la película no daba para interesarse en ella “y un pistachazo entre los ojos siempre te anima a exigir satisfacción”, añadió.
Fernando Delgadillo fue denunciado por un tipo que iba con su novia, quien intentó poner un alto al tiroteo cuando el cantante incitó al público a abrir fuego en su contra, obligándolo a escapar.
El intérprete de Entre Pairos y Derivas fue sorprendido arrojando un certero cacahuate japonés justo en el momento en que las luces del cine se encendieron, por lo que fue interceptado por los guardias del cine al salir apenado y con su ancha sonrisa de la función de las seis.
No es la primera vez que Delgadillo tiene problemas con la justicia. Hace unos años fue acusado de hacer insinuaciones sexuales telefónicas marcando números al azar, así como de comprar revistas para adultos a un voceador local y enviar mensajes obsesivos a los treinta ejecutivos que emiten la feliz publicación.